Los reflejos son respuestas automáticas e involuntarias del cuerpo ante ciertos estímulos externos. Estos reflejos pueden ser condicionados o incondicionados, y en este artículo vamos a profundizar en qué son y cómo funcionan ambos tipos de reflejos.
Reflejos Incondicionados
Los reflejos incondicionados son aquellos que ocurren de forma natural y no requieren de ningún tipo de aprendizaje previo. Son respuestas automáticas que se dan ante un estímulo específico.
- Por ejemplo, cuando un médico golpea con un martillo en la rodilla, el reflejo de la pierna es un reflejo incondicionado, ya que es una respuesta automática que no requiere de aprendizaje previo.
- Otro ejemplo de reflejo incondicionado es la respuesta de cerrar los ojos ante una luz brillante o ante un objeto que se acerca rápidamente a la cara.
Reflejos Condicionados
Los reflejos condicionados son aquellos que se adquieren a través del aprendizaje. Se desarrollan como resultado de la asociación de un estímulo neutro con un estímulo que provoca una respuesta automática.
- Un ejemplo clásico de reflejo condicionado es el experimento de Pavlov con los perros. Pavlov tocaba una campana justo antes de darle comida a los perros, y con el tiempo los perros aprendieron a asociar el sonido de la campana con la comida, y comenzaron a salivar cuando escuchaban la campana, incluso si la comida no estaba presente.
- Otro ejemplo de reflejo condicionado se da en el caso de una persona que ha tenido una mala experiencia en un avión y ahora siente ansiedad cada vez que tiene que tomar un vuelo.
Conclusiones
los reflejos incondicionados son respuestas automáticas del cuerpo ante ciertos estímulos, mientras que los reflejos condicionados son adquiridos a través del aprendizaje. Ambos tipos de reflejos son importantes para nuestra vida diaria, ya que nos ayudan a adaptarnos a nuestro entorno y a responder de manera adecuada a diferentes situaciones.